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Los bonos de lluvia de Recimed

Por: G. Leonardo Gómez Marín

Un salvavidas para los recicladores

Cuando se habla de «las inclemencias del tiempo» nos referimos a las condiciones climatológicas y meteorológicas que determinan los efectos en los seres vivos.


Si bien los oficios del campo tienen una relación permanente por estar continuamente en contacto con el sol y el agua, los efectos del cambio climático empiezan a tener para las ciudades una relación más común con dichos fenómenos. 

No obstante que todos los ciudadanos podamos tener complicaciones en nuestras actividades cotidianas para la movilidad en las ciudades, son las personas que ejercen sus oficios en los espacios abiertos como calles, zonas verdes y parques, los que pueden tener un mayor vulnerabilidad ante dichos fenómenos climáticos. Hablamos de vendedores ambulantes, de artistas callejeros, lustrabotas y, por supuesto, de los recicladores de oficio. 

Existe una relación directa entre las condiciones de sol o lluvia y las posibilidades de aumentar el nivel de reciclabilidad de materiales como los papeles y cartones. Gran parte de las campañas de sensibilización promueven la entrega de materiales «limpios y secos» al reciclador, una tarea cada vez más compleja cuando las noticias de desastres por deslizamientos, derrumbes, inundaciones, desbordamientos y calamidades por cuenta de la temporada de lluvias que atraviesa el país se han vuelto una constante durante las últimas semanas.

De acuerdo con diferentes medios de comunicación, según la información de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, durante el mes de julio las lluvias en Colombia dejaron 9.037 familias afectadas, seis personas fallecidas, 27 heridas, un desaparecido, 5.799 viviendas con daños y 79 más destruidas. Para el último trimestre se estiman registros de lluvias entre 40 por ciento y 60 por ciento por encima de los promedios históricos.

Días grises

Según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), el país apenas está atravesando la temporada de menos lluvias del año (aunque ha tenido más precipitaciones de lo normal) y se espera que la segunda temporada fuerte inicie a mediados de septiembre, acompañada del fenómeno de La Niña.

Y es que los días no sólo son grises por el color de las nubes, también porque al final de la jornada el ingreso de los recicladores se ha visto disminuido hasta en un 15% respecto a los primeros meses del año. En un sector económico en plena recuperación post-pandemia, donde un gran porcentaje de la población de recicladores gana menos de $30.000 al día y su actividad está directamente relacionada con los procesos de recolección y el transporte, la lluvia anhelada en tantos rincones de la tierra pasa de ser una bendición a ser una verdadera tragedia para quien pasa más de diez horas del día o incluso la noche entera buscando entre las bolsas el sustento familiar. 

A esta situación se suma la vulnerabilidad ante los riesgos de accidentalidad en las vías públicas, la exposición continua a las condiciones climáticas y el manejo de materiales cortopunzantes (vidrios y latas, principalmente). Con la lluvia también hay afectaciones en la operación con vehículos motorizados que han ido consolidando algunas organizaciones de recicladores, toda vez que se aumentan los tiempos de los recorridos y los riesgos de accidentalidad en los diferentes sectores de la ciudad.

Bonos de lluvia

Ante esta situación, en el mes de Agosto del presente año, el Consejo de Administración de la cooperativa Recimed toma la decisión de implementar el programa Bono de lluvia, el cual pretende beneficiar a asociados afectados por las condiciones climáticas adversas de las últimas semanas, quienes han visto afectado su ingreso por las dificultades de recuperación  de materiales potencialmente aprovechables, principalmente en el grupo de cartones y papeles.

Los requisitos establecidos por el órgano directivo de la organización para ser beneficiario del Bono de lluvia de Recimed son son los siguientes:

  • Ser asociado activo de la cooperativa Recimed.
  • Haber participado en la actividad de recolección y transporte en alguna de las rutas selectivas de Ruta Verde que implementa la organización en la prestación del servicio público de aseo en la actividad de aprovechamiento.
  • Que en la totalidad de los materiales recolectados y comercializados con la cooperativa se evidencie una disminución superior al 10% durante los meses de agosto y septiembre.  
  • Que el titular del beneficio sea mayor de edad y cuente con documento de identidad vigente.
  • No podrán ser beneficiarios aquellos asociados que realicen su actividad en propiedades horizontales, instituciones educativas o centros de salud, en las cuales se cuente con centros de acopio de material reciclable con protección  de la intemperie.

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Con esta iniciativa se beneficiarán cerca de 70 asociados de la Cooperativa Recimed que prestan el servicio de recolección y transporte a través de la estrategia Ruta Verde en los sectores de Belén (Comuna 15), Guayabal (Comuna 16), Simón Bolívar (Comuna 12), La América (Comuna 12) y La Candelaria (Comuna 10)

«Yo creí que lo de los Bonos eran puras mentiras de los compañeros, pero vea qué tan buena esa ayudita de la cooperativa. Estas semanas han sido muy duras», dice Rafael Darío uno de los asociados beneficiarios que atiende microrrutas de recolección en varios sectores de la Comuna 10 y recibe un bono de $60.000 para compensar las pérdidas económicas derivadas de las lluvias.  

Hasta la fecha se han entregado más de 25 bonos a los asociados priorizados y se espera concluir la primera fase de entrega durante el mes de Octubre, con una inversión total cercana a los cinco millones de pesos ($5.000.000), que son aportados directamente por la organización ya que la iniciativa aún no cuenta con un respaldo institucional y nace del esfuerzo simultáneo de la cooperativa Recimed y sus asociados.