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En riesgo el reciclaje de cartón y vidrio en el Valle de Aburrá

Cartón reciclado made in USA llega a Colombia

Ante la barrera impuesta por la China al reciclaje de Estados Unidos, empezaron a llegar cientos de toneladas de cartón reciclado a Colombia provenientes del país americano.


Desde el año pasado con la decisión de la China de no comprar más materiales reciclables a Estados Unidos, la industria del reciclaje del país americano se ha desmoronado, los precios del papel y del plástico han bajado drásticamente, lo que ha llevado a que cientos de toneladas de papel periódico, cajas de cartón y botellas de plástico se acumulen en sus plantas de reciclaje. La única salida ha sido buscar nuevos mercados para sus residuos aprovechables.

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Ante esta situación han empezado a llegar a nuestro país cientos de toneladas de papel y cartón provenientes de Estados Unidos, es decir, Colombia le empezó a comprar parte del papel y cartón reciclado a Estados Unidos. Esta medida afecta gravemente a los recicladores de oficio, quienes ven afectada su economía con las rebajas en los precios de venta del material que recuperan, ya que desde el país americano está llegando a un precio más bajo el cartón reciclado, en detrimento del mercado interno, lo que ha llevado que en muchas bodegas y empresas de reciclaje se empiece a represar el papel y cartón y a tener pérdidas económicas, ya que las industrias prefieren comprar más barato el cartón reciclado de Estados Unidos, que el que venden los recicladores de oficio en Colombia.

Ya muchas bodegas han decidido no recibir más papel y cartón. ¿A dónde va a parar todo este material? A los rellenos sanitarios!

Es una situación muy complicada para todos las organizaciones de recicladores, ya que no tenemos protección frente a esta avalancha de material reciclable que llega desde Estados Unidos, y mucho del material que recuperamos y les compramos a nuestros recicladores de oficio, queda almacenado en nuestras bodegas, con muchas complicaciones para su comercialización.

¿Y quién va a reciclar el vidrio en Medellín?

A principios de este año Cristalería Peldar cerró de manera definitiva su planta en Envigado y la trasladó al municipio de Zipaquirá, esta empresa con más de 70 años de tradición en el Valle de Aburrá, era la única que compraba todo el vidrio recuperado en Medellín y Antioquia. Esto deja un vacío muy grande, porque no hay otras empresas que compren el volúmen de vidrio que recuperamos a diario, y la única opción que nos queda es llevarlo hasta Zipaquirá.

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Para nosotros esta situación se ha convertido en un grave problema, ya que por dar cumplimiento a convenios y contratos de prestación del servicio público de aseo en el componente de aprovechamiento, nos vemos en la obligación de comprar todo el vidrio que nuestros recicladores recuperan, todo es material termina almacenado en nuestra bodega, ocupando espacio y sin tener quién lo compre, lo que ha ido en detrimento de nuestra economía. Ya las pérdidas son cuantiosas.

Entonces ¿A dónde va a parar todo el vidrio que los habitantes del Valle de Aburrá separan en sus casas? La respuesta no es alentadora, al relleno sanitario.

Una tonelada de vidrio reciclado tiene un costo de venta de $150.000, transportar 9 toneladas de vidrio en una tractomula hasta Zipaquirá tiene un costo de $3.000.000, la pérdida en este ejercicio es de $1.875.000 lo que hace inviable reciclar vidrio en Medellín. Ninguna bodega de reciclaje en el Valle de Aburrá está comprando este material. Urgen medidas de contingencia para solucionar este problema que se agrava con el tiempo. Ya que cada día son cientos de toneladas de vidrio que no se reciclan van a parar al relleno sanitario, y nosotros no vamos a tener más espacio para almacenarlo ni recursos para seguir comprándolo.

Desde hace mucho se sabía que Cristalería Peldar cerraría sus operaciones, y no hubo ninguna estrategia para mitigar los impactos negativos que hasta ahora padecemos.

El papel y cartón, que es lo que más se reciclamos tiene una baja demanda, el vidrio no hay a quién venderlo; todo parece indicar que los esfuerzos para aumentar el volumen de reciclaje en el Valle de Aburrá serán en vano, ya que, mientras no haya una demanda de estos materiales, los recicladores de oficio dejarán de recuperarlos y su destino será el  relleno sanitario. No vemos salidas, estrategias o acciones por parte de las autoridades ambientales de la región ni de la nación, para intentar solucionar estos graves problemas que enfrentamos en la región.

El silencio ante estos problemas hace tanto daño como el problema mismo, es como si no importara, por eso sentimos que en lugar de avanzar corremos como cangrejo desesperado, hacia atrás y con el agujero tapado.